LA EVOLUCIÓN DE LA EDUCACIÓN EN ESPAÑA

 En esta entrada hablaré del paso del tiempo en el cole. 

  Lo primero decir que por mi edad he sido testigo de esa evolución. Suerte la mía porque lo sé de primera mano.  Fui testigo y participante en imágenes como la de arriba. Los pupitres de madera con un pequeño hueco donde ponías la tinta y unos espacio debajo para la libreta  y algunos lapices. Lo de la tinta quedaba para los de cursos superiores. 

Mi colegio era pequeño y muy concurrido por niños que iban de los seis años a los catorce. Algunos con suerte acabarían todos los curso, otros dejarían los estudios requeridos por sus padres para ayudar en las faenas de casa. Este hecho suponía una alta tasa de analfabetismo. 

   En España, a partir de la ley Moyano las cosas comenzaron a cambiar para bien. Se trató del fundamento del ordenamiento legislativo en el sistema educativo español durante más de cien años. Esta ley intentó subsanar la deplorable situación de la educación en España, uno de los países europeos con mayor tasa de analfabetismo. 

   Esta ley permitió impulsar la educación en los tres niveles, colegio, bachillerato y universidad. Permaneció hasta mil novecientos setenta. Cuatro años más tarde se amplió la escolarización obligatoria hasta los catorce años. En mil novecientos noventa con la LOGSE se aumentó hasta los dieciséis años.

   Ahora el sistema educativo está siendo duramente criticado. Se han sucedido algunas leyes promulgada por cada gobierno de turno. Parece que no hay cajón desastre para el traje adecuado que se desea. Creo que se debe en parte a lo complejo de nuestro tiempo que ha visto complicarse cada vez más las formas de acceso a la educación. Si antiguamente a penas se cumplían seis u ocho años de colegio. Ahora el periodo educativo llega a los veinte  o más años. La institución educativa ha crecido muchísimo, igual que los procesos sociales, políticos y económicos. 

 España ha tenido que hacer un enorme esfuerzo por alcanzar la media europea. No todas las autonomías arrojan iguales datos en cuanto al rendimiento de sus etudiantes. Castilla y León se despunta e ese ratio de las demás comunidades.  Debo reconocer que desconocía la ventajosa situación de est comunidad. Ojalá cunda el ejemplo de buenos resultados en el resto de lugares de España. 

   Ojalá pase esto malo que nos ha tocado vivir, y nuestros hijos obtenga réditos del sacrificio y esfuerzo que sus padre y abuelos están haciendo por ellos. 

  Si Castilla y León ha podido llegar a un nivel educativo óptimo algo bueno habrán hecho los profesores de los centros educativos, y, como no, sus estudiantes y familiares. Ha sido gracias a esa labor conjunta.  Sin duda.